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miércoles, 15 de diciembre de 2010

El Diaño Burlon

El Diaño burlón
El Diañu burlón puede adoptar la figura de caballo, de vaca, de carnero o de cualquier otro animal, incluso de bebé humano, y despliega su actividad durante la noche, asustando al caminante que anda a deshora, desorientando al campesino que busca el ganado perdido, incordiando al molinero que maquila a la luz de la luna o burlándose de los mozos que regresan tarde de la fiesta. entre sus travesuras más comunes cabe citar la del burro blanco que se ofrece como montura al caminante y que una vez montado crece y crece sin cesar, el caballo que después de una galopada infernal devuelve al jinete al mismo lugar de donde partió, le arroja de cabeza al río o le quema los pantalones; el cabritín aterecido de frío que una vez llevado a casa y secado al lado del fuego se burla de su benefactor; el perro negro que persigue al caminante; el sapo que corre más que el caballo y su jinete; el bebé que juega desnudo sobre la nieve...y un sinfín de ruidos, luces misteriosas y otros fenómenos inquietantes que atemorizan al caminante nocturno. " No existe concejo donde no hayan ocurrido casos como éste o parecidos. Y hasta se citan con los nombres de las personas que fueron burladas por este espíritu travieso ", afirmaba Aurelio de Llano en 1922.
La figura del diañu burlón es una figura sumamente compleja, que por un lado parece haber absorbido atributos de diversos duendes y genios menores especializados en distintas tareas ( como, por ejemplo, impedir la roturación de terrenos y cavadas en el monte, causar aludes de nieve y argayos de tierra, trenzar las crines de los caballos, estropear las redes de los pescadores u oprimir el pecho del durmientes hasta casi ahogarle ), que bajo distintas denominaciones se dan en otros lugares de Europa. Y, por otro lado, se confunde con la imagen omnipresente de Satán, Señor de los Infiernos, cuya figura demoníaca constituye la encarnación del mal propagada por la Iglesia Católica.
Sin embargo, y al igual que en otros pueblos europeos, el siañu burlón asturiano es un genio bromista y hasta cierto punto divertido, que disfruta burlándose de las gentes con sus travesuras nocturnas.